En la era de
la tecnología y la información, la brecha digital y la alfabetización digital
se han convertido en dos conceptos fundamentales que plantean desafíos
significativos para la sociedad. Mientras que la brecha digital se refiere a la
disparidad en el acceso y uso de las tecnologías digitales, la alfabetización
digital se relaciona con la capacidad de las personas para utilizar eficazmente
esas herramientas. Este contraste plantea un reto crucial que debe abordarse de
manera urgente.
En el año 2021,
el gobierno de El Salvador, a través del Ministerio de Educación (MINED), dio
inicio a la fase acelerada de entrega de computadoras para los estudiantes del
sistema educativo público del programa “enlaces con la educación”, en este
programa, se entregó una computadora o tableta al 100% de niños y adolescentes
matriculados en el sistema de educación público, para esto, se invirtió 214 millones de dólares
para que los estudiantes y maestros de la escuelas tuvieran herramientas tecnológicas para fortalecer
los procesos de enseñanza y aprendizaje (MINED, 2021).
Si bien es cierto, es
importante cerrar la brecha digital como factor de disparidad de oportunidades;
también es importante que antes de aprovechar los recursos tecnológicos, tanto alumnos
como profesores, hubiesen tenido antes o durante el proceso de adquisición de
equipos tecnológicos capacitaciones para que aprovechasen el uso de los
dispositivos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, no digo que no se
hayan aprovechado, pero aún es visible ver a niños y niñas que los utilizan
solamente para jugar y a maestros que no utilizan los equipos porque estos no encajan en su formación pedagógica y metodológica tradicional.
El desafío
radica en cerrar la brecha digital y, al mismo tiempo, promover la
alfabetización digital. Es necesario implementar estrategias integrales que
aborden ambos aspectos. En primer lugar, se deben establecer políticas que
garanticen el acceso equitativo a la tecnología y la conectividad en todas las
comunidades, especialmente en las áreas rurales y desfavorecidas. Esto implica
invertir en infraestructuras tecnológicas sólidas y ampliar la cobertura de internet
de alta velocidad, ya que, la brecha digital se origina en diversas
disparidades. En El Salvador, por ejemplo, más del 90% de niños (as) ubicados
en el sector más vulnerable carecen de acceso a una conexión de internet en el
hogar, lo que conlleva a establecer, que solo alrededor del 10% de los hogares
rurales tienen acceso a internet (Pisconte at al, 2023, p. 9).
Es
importante proporcionar programas de capacitación y formación en alfabetización
digital que se adapten a las necesidades de diferentes grupos de edad y
contextos. Estos programas deben incluir desde habilidades básicas, como el
manejo de dispositivos y el uso de aplicaciones, hasta competencias más
avanzadas, como la programación y la comprensión de la seguridad en línea. Es
fundamental garantizar que todas las personas tengan acceso a una educación
digital de calidad que los prepare para el mundo digital en constante
evolución.
Asimismo, se
deben fomentar alianzas entre los sectores público, privado y de la sociedad
civil para abordar conjuntamente estos desafíos. Las empresas y las
organizaciones pueden desempeñar un papel fundamental al invertir en
iniciativas de responsabilidad social que promuevan la alfabetización digital y
faciliten el acceso a la tecnología en comunidades desfavorecidas. Las
instituciones educativas también deben adaptar sus programas curriculares para
incluir la alfabetización digital como una
competencia fundamental.
En última
instancia, cerrar la brecha digital y promover la alfabetización digital no
solo es una cuestión de acceso a la tecnología, sino también de equidad y
justicia social. La era digital ofrece innumerables oportunidades, desde la
mejora de la educación hasta la creación de empleos y el empoderamiento de las
comunidades; sin embargo, si no abordamos la brecha digital y la falta de
alfabetización digital simultáneamente, corremos el riesgo de que los autores
del proceso de enseñanza y aprendizaje se conviertan en analfabetas
digitales.
Es importante
destacar que cerrar la brecha digital no se trata solo de proporcionar acceso a
la tecnología, sino también de abordar las barreras económicas, sociales y
culturales que impiden a las personas aprovechar al máximo las herramientas
digitales. Esto incluye la creación de programas de inclusión digital que
consideren las necesidades de los grupos vulnerables, como los adultos mayores,
las personas con discapacidades y aquellos que viven en áreas remotas.
Además, es
fundamental fomentar una cultura de alfabetización digital desde una edad
temprana. Las escuelas y los docentes desempeñan un papel esencial en la
enseñanza de habilidades digitales y en la promoción de un uso responsable y
ético de la tecnología. Esto implica enseñar a los estudiantes cómo buscar
información confiable, evaluar la veracidad de las fuentes en línea, proteger
su privacidad y seguridad en línea, y utilizar las redes sociales y otras
plataformas de manera responsable.
El reto de
cerrar la brecha digital y promover la alfabetización digital no es fácil ni se
puede lograr de la noche a la mañana. Requiere un compromiso a largo plazo por
parte de los gobiernos, universidades, escuelas, las empresas, las organizaciones y la sociedad en su
conjunto. Sin embargo, los beneficios de superar este desafío son enormes.
Una sociedad
en la que todos tengan acceso a las oportunidades y los recursos digitales
puede impulsar el desarrollo económico, la igualdad de oportunidades, la
participación cívica y el empoderamiento individual. Además, la alfabetización
digital puede fomentar la creatividad, la innovación y el pensamiento crítico,
habilidades fundamentales en el mundo actual.
La brecha digital y la alfabetización digital son dos desafíos interrelacionados que debemos abordar de manera integral en la educación pública y privada en El Salvador. Cerrar la brecha digital garantizando el acceso equitativo a la tecnología y promoviendo la alfabetización digital mediante programas de capacitación y educación adecuados son pasos fundamentales para construir una sociedad inclusiva y preparada para el mundo digital. Solo a través de un enfoque colaborativo y sostenido podremos superar este reto y aprovechar plenamente las oportunidades que la era digital nos ofrece.
Referencias
Chamorro Letona, V. E. (2023). Redes sociales y plataformas
digitales educativas, en pandemia de COVID-19: uso e importancia en el Centro
Escolar Margarita Duran, en el departamento de la Libertad, Municipio de Santa
Tecla, en el segundo semestre, 2020.
MINED (2021). Gobierno inicia fase de entrega de computadoras
en 262 puntos móviles en todo el país. Recuperado de: https://www.mined.gob.sv/2021/10/11/gobierno-inicia-fase-de-entrega-de-computadoras-en-262-puntos-moviles-en-todo-el-pais/
Pisconte, S. K. G., Pisconte, G. G. G., Huaman, W. F. L.,
& Rivera, A. R. F. (2023). Políticas públicas educativas en el desempeño
docente: un enfoque en el contexto peruano durante la COVID-19. Dilemas
contemporáneos: Educación, Política y Valores.
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